Las habilidades artísticas de Mózes Incze (Hungría 1975) son una curiosidad: los cuerpos, las luces y la atmósfera en su obra podrían recordarnos a los grandes maestros del barroco, pero su trabajo muestran otro tipo de naturaleza, otro tipo de creación. Creación automática, tal vez. Uno no puede estar absolutamente seguro de las dimensiones espaciales en sus pinturas, al mirar sus cuadros vemos sustancias indefinidas que se extienden o flotan en esos espacios internos, pareciera que el lienzo se estuviese corroyendo en la superficie. Estos espacios están en creación.
Esta versatilidad hace que el espectador se sienta parte del proceso de la obra. Las figuras en la obra de Incze tienen una característica general: aunque parecen estar seriamente ocupadas por su trabajo, de alguna manera están estancadas. El espacio cambia constantemente, pero no hay narrativa, solo un enorme contraste entre un interior irreal que parece estar cobrando vida y naturaleza muerta, compuesta por un personaje o un objeto, y tal vez algunos dispositivos electrónicos.
Paisaje vs. espacio virtual
El tipo clásico de escenario en pintura es el paisaje,sin embargo, en estas pinturas, el paisaje está cerrado en pequeños cuencos, o confinado por rayas, que se encapsula una vez más en un segundo espacio. Esos instrumentos electrónicos (flash drives o pantallas) agregan otro significado a este espacio oscuro. Sugieren que podría ser un espacio virtual o un flujo de datos visualizado o un lugar indefinible en el fondo de la mente de la persona. Depende de nosotros cómo leemos las líneas.
Zsófia Szabó, 2016
23 oct. 2019 - 14 des. 2019
21 des. 2019 - 18 gen. 2020